Documentos de Archivo «Crónica de un consaburense cautivo»
Con motivo del DÍA DEL LIBRO (23 de abril) entre las publicaciones bibliográficas que guarda el Archivo Municipal Consaburense recomendamos encarecidamente la lectura de la siguiente obra:
Relación del cautiverio y libertad de Diego Galán, natural de la villa de Consuegra y vecino dela ciudad de Toledo. Prólogo de Miguel Ángel de Bunes Ibarra, Matías Barchino Pérez. Edición de Miguel Ángel de Bunes Ibarra, Matías Barchino Pérez. Editado en Toledo, 2001 (Medidas 21x15cm; 272 pag.)
Diego Galán Escobar, contó su peripecia en dos manuscritos autobiográficos. El primero, cercano a la literatura oral, se conserva en la biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El Escorial y fue redactado hacia 1620. El segundo está en la Biblioteca Pública de Toledo y es una reescritura más retórica.
Sinopsis
El relato comienza cuando su protagonista sale de Consuegra con trece años y se encaminó a Jaén para adorar las reliquias de santa Verónica, y de allí a Málaga para ver el mar, donde un soldado de Orán lo engañó. A partir de ahí se suceden un sinfín de aventuras y desventuras, y termina con el regreso a su pueblo natal y el reencuentro con sus padres.
Según Oscar Wilde, hay una sola cualidad literaria sin la cual de nada valen todas las demás: el encanto. Y este libro lo tiene de modo muy singular. De entre todas las autobiografías españolas de los siglos XVI al XVIII, las que más merecen leerse son quizás esta de Diego Galán y la Vida del capitán Alonso de Contreras, más conocida, pero no de mucho mayor mérito. Las memorias de Galán alcanzan sólo a la adolescencia y primera juventud, entre los 14 años, cuando es capturado por unos piratas argelinos y los 25 en que logra retornar a su Toledo natal, tras once años de peripecia, sufrimiento y maravilla. Memorias de cautiverio pues, pero también verídica novela de aventuras entre Argel y Constantinopla, con el continuo telón de fondo del mar Mediterráneo en sus más distintas orillas. El propio Galán nos da la clave del asombroso atractivo de sus memorias juveniles al confesarnos: «nací con inclinación de ver mundo y cosas nuevas cada día». Gracias a eso podemos asistir con cercanía, con inmediatez extraña a una vida de finales del siglo XVI que sabía mirar al mundo con curiosidad y asombro; un asombro que es ya también el nuestro (A.L).
#DiaDelLibro #QuedateEnCasa #EsteVirusLoParamosUnidos
Información y contactoArchivo Municipal de Consuegra |
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!