RETRANSMISIÓN DE LA ÓPERA ADRIANA LECOUVREUR

Adrianne Lecouvreur fue un personaje histórico, una famosa actriz de la Comédie Française que debutó en 1717 y llegó a actuar en su escenario en más de mil quinientas representaciones a lo largo de trece años. Estaba considerada la mejor intérprete de su tiempo.

Murió cuando contaba 38 años de edad, supuestamente envenenada por la princesa de Bouillon, ex amante del conde de Sajonia, con quien Adriana mantenía una relación.

Cien años después de su misteriosa muerte, el mito seguía en el apogeo de su gloria y dio origen a una obra de teatro, escrita por Eugène Scribe, y a la ópera de Cilea que veremos esta noche.

Adriana Lecovreur ofrece un argumento tremendista, lleno de amores imposibles, muertes grandilocuentes y situaciones complejas, que busca reflejar la vida real, aunque sea con una gran carga trágica y con el mundo del teatro y sus entresijos como telón de fondo. Así, la propuesta del director de escena, David McVicar, recrea el teatro dentro del teatro y pone de manifiesto, con todo lujo de detalles, el fascinante mundo artístico del siglo XVIII, así como la vida y costumbres palaciegas de la época.

París, 1730. El empresario teatral Michonnet y su compañía se preparan para una función en la que se enfrentarán las dos actrices más famosas del momento: Adriana Lecouvreur y mademoiselle Duclos, amante del príncipe de Bouillon. Michonnet declara su amor a Adriana, pero ésta le rechaza porque está enamorada de un oficial del ejército, Maurizio, que es en realidad el conde de Sajonia, quien oculta su identidad por razones políticas. Cuando llega para ver la función, ella le regala un ramo de violetas como muestra de amor. El príncipe de Bouillon, entre bambalinas, se hace con una carta que envía Duclos para Maurizio; siente celos, pero ignora que el mensaje ha sido escrito por su esposa la princesa. Para desvelar la infidelidad de su amante, organiza una fiesta en su villa y deja que la misiva llegue a Maurizio, que sí es consciente de quién es la autora real de la carta, protectora y cómplice en asuntos políticos, secretamente enamorada de él.

La princesa espera a Maurizio en palacio. Ve las violetas en sus manos e intuye que hay otra mujer. Para evitar suspicacias, Maurizio se las entrega como regalo. Agradece su ayuda ante la reina de Francia, pero confiesa que no la ama. Llega el príncipe y la princesa corre a esconderse. Aparece Adriana y descubre la verdadera identidad de Mauirizio. Él asegura estar ahí para una reunión política clandestina con una mujer que ha tenido que esconderse y le pide ayuda para conseguir que escape. Ni Adriana ni la princesa se reconocen, pero en las pocas palabras que intercambian, se dan cuenta de que aman al mismo hombre, son rivales. Adriana quiere saber quién es, pero la princesa escapa y, en la huida, pierde un brazalete que ella recoge.

En la residencia de la princesa se prepara la fiesta. Llegan los invitados, entre ellos Michonnet y Adriana. La princesa reconoce la voz de la actriz y entiende que es la mujer que busca. Adriana la ve a hablar con Maurizio, que ha acudido en busca de su protección, y lo interpreta como una insinuación amorosa. Ambas se encuentran cara a cara y se reconocen. La princesa menciona las violetas y Adriana saca el brazalete, que el príncipe reconoce al instante. La princesa pide a la actriz que recite unos versos y ésta recita el fragmento de una obra que alude al adulterio. Lo interpreta como un ataque de la actriz y decide vengarse.

Jueves y viernes de 11:30 a 13:30h.;
jueves de 18:30 a 20:30h.;
y dos horas antes del evento.

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